Aún
recuerdo lo nerviosa que estaba cuando te dije que sí a esa primera cita, pero
aún recuerdo mejor cómo terminó.
Hoy
hace dos años desde ese día y la gente dirá que dos años no es nada, que vaya
tontería… y tienen razón, porque si pudiera ahora mismo firmaría para pasar el
resto de mi vida junto a ti.
Porque
cada vez que pienso en ti, lo primero que aparece eres tú despertándome por las
mañanas a besos; tú, abrazándome cuando tengo frío; tú, haciéndome cosquillas;
tú, escuchándome… Porque recuerdo los enfados que hemos tenido, pero también lo
poco que duran, porque no podemos estar serios el uno con el otro.
Cada
día tengo más claro lo que quiero y todo lo que quiero, lo quiero contigo.
Porque
quiero hacerte feliz, porque nos quedan muchos lugares nuevos que recorrer,
muchas experiencias por vivir y mucho tiempo para vivirlas.
A
veces no me explico cómo pudo pasar, pero solo puedo darte las gracias a ti,
por buscarme, por encontrarme, por insistir, por quererme y, sobre todo, por
seguir haciéndolo.
Espero
que nunca perdamos la magia en nuestras miradas, que siempre sepamos buscar ese
ratito para dedicárnoslo a nosotros y que nunca perdamos la esperanza de que
pronto llegará el día que no nos tengamos que decir un te quiero a través de un teléfono.
Te
amo cariño y espero poder seguir escribiéndote durante muchos años más.